La reunión de estudio en un centro espírita debe ser plural y dinámica, apoyándose continuamente en el diálogo. No es acudir a escuchar a una persona o guiarse por un manual sin posibilidad de acceder a otras aportaciones o escuchar otras opiniones. Sin debate (natural y respetuoso, no el que busca la polémica estéril), las clases o estudios son un mero adoctrinamiento.
Las mentes nuevas no soportarán un ambiente aleccionador, sembrado de preceptos cerrados en sí mismos. En una reunión debe haber espacios de encuentro y debate, donde se expresen dudas y se escuchen diferentes opiniones, pues sin esto ni hay enriquecimiento filosófico ni crecimiento personal.
Por Juan Manuel Ruiz González