Hasta los espíritus superiores le dijeron a Allan Kardec «Qué más da la palabra que utilicéis con tal de que os entendáis»(1).
Señores, hagamos lo posible por entendernos, que no nos divida una palabra.
Basta con explicar lo que queremos decir cuando usamos esta o aquella y estará resuelto el asunto.
Por poner un ejemplo. Yo, en mi centro, no uso apenas la palabra «caridad» en lugar de ella, uso el término solidaridad o Amor, la que mejor venga en el contexto y eso es porque aquí, caridad tiene un sentido de limosna en lo material, que da alguien de lo que le sobra y que no está exenta de darla con desprecio hacia el que la recibe, al que se puede considerar inferior o inmerecedor.
Eso, como ustedes comprenderán, no tiene nada que ver con el concepto de caridad que usaba Allan Kardec y que tiene mucho más que ver con la solidaridad y con el amor, lo cual no obsta para que cuando oigo decir «caridad» a mis hermanos de Iberoamérica, no entienda que su contexto cultural es otro.
Por eso, cuando imparto el ESDE en mi centro y leemos «caridad» me limito a explicar en qué sentido usaba Allan Kardec ese término y luego lo sustituyo por el que en este momento refleja ese significado.
Evolucionar no puede ser malo. Todos evolucionamos y el lenguaje también evoluciona.
La ley del progreso es una ley divina y por tanto se cumple siempre.
El lenguaje evoluciona y donde antes se decía resignación ahora decimos aceptación.
Aquí «resignación» significa «aguántate con lo que te pasa y no protestes» entonces ¿Tengo que dejar de investigar para curar las enfermedades? No.
Aceptación en cambio tiene que ver con el hecho de no evadir la situación, afrontarla. «Esta es tu situación actual, hasta que no la aceptes no podrás cambiarla» Pero evolucionar es cambiar ¿No?, entonces la aceptación es un paso previo para el cambio.
Sin embargo, si me resigno, tendré que dejar que enferme quien tenga que enfermar y listos, no hay motivos para investigar ni buscar soluciones a nada, basta con aguantarse y no protestar. Eso no tiene sentido y sobre todo es contrario al espiritismo y a la lógica Kardecista.
Ahora bien. Es cierto que el lenguaje evoluciona, pero no lo hace por igual en todas partes, de modo que lo que aquí en España significa «Resignación» o el sentido que tiene asociado, no tiene que ser el mismo que en Iberoamérica y de hecho no lo es.
Pues hagamos el esfuerzo de intentar entender al otro y ver en qué sentido está hablando, en vez de enfrascarnos en peleas por el uso de una palabra o de otra.
Lo que importa es el pensamiento (Dicen los espíritus superiores) pues entonces preguntemos al hermano que usa una palabra que nos choca qué quiere él decir con eso y nos ahorraremos montones de discusiones innecesarias.
Por Antonia Rodríguez Chachón (Sevilla – España). Reproducido de su comentario en Facebook al artículo ¿Es un espírita creyente? de Juan Manuel compartido en el grupo «Espiritismo y otras temáticas para LibrePensadores»
Referencias:
(1) Pregunta nº 28 de El Libro de los Espíritus: Puesto que el espíritu es algo, ¿no sería más exacto y menos expuesto a confusión, designar estos dos elementos generales con las palabras materia inerte y materia inteligente? – Respuesta de los Espíritus: «Poco nos importan las palabras, y a vosotros os toca formular vuestro lenguaje para la mayor inteligencia. Vuestras disputas proceden casi siempre de que no estáis conformes en el significado de las palabras, pues vuestro lenguaje es incompleto para expresar las cosas que no impresionan vuestros sentidos».