La soledad del Espírita
Cuando te pregunten qué ideas profesas, no tengas miedo en responder: soy espírita. Porque el espiritismo es la filosofía espiritual más completa y sencilla a un mismo tiempo.
Hablamos del mundo espiritual con naturalidad, los seres de luz no son ángeles sino solo nuestros hermanos espirituales que han avanzado más que nosotros y que nos orientan.
Los médiums no son personas con un don, sino con una facultad para el trabajo de esclarecimiento de quienes no lo tienen tan desarrollado, y no les hace ser seres especiales, sino seres sensibles al mundo espiritual: humanos, de carne y hueso, como todos.
El espiritismo cree en la ciencia y con ella va de la mano, más no se autocomplace en el materialismo imperante que niega toda existencia espiritual; sabe que el paradigma imperante es ese, y que todo lo que no cuadre bajo esa óptica sencillamente es descartado, dejando por tanto sin explicar mucha varizana de esa muestra. Por lo que estamos abiertos a todas las investigaciones serias que tengan en cuenta la existencia del espíritu.
Tampoco somos fanáticos de la religión, pues respetándolas todas, no concebimos ese camino sino como vía hacia Dios, sin dogmas, ni catecismos, ni jerarquía de deidades o santos. Somos seres divinos y hacia ese Ser evolucionamos sin llegar todavía a comprenderlo, pues nos falta un sentido.
Por eso, a veces el espírita, parece un ser solitario en medio de tantas tendencias, pero no lo es, porque es un ser en búsqueda constante de sí mismo; abierto a todas las ideas, pero sin realizar mezclas innecesarias que tienen más de corteza que de auténtica y espontánea naturalidad.
«Conocerás al verdadero espírita por su renovación moral cada día».
Por Jesús Gutierrez Lucas para www.ZonaEspirita.com
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