Los Instructores del mundo mayor conocían que se preparaba un nuevo paradigma en el campo de la educación humana: la necesidad de ir desprendiéndose de la «cáscara» religiosa para atender sólo al mensaje.
De esta manera, Kardec y los espíritus superiores resaltan la MORAL de la enseñanza de Jesús, NO la religión (sacerdocio, liturgia y dogmas).
Incontestablemente, sin el código universal encerrado en el Evangelio, el progreso verdadero sólo sería una eutopía.
Es por ello necesario (y de coherencia doctrinaria), abrir un espacio de estudio y diálogo de esta obra en los centros.
Por Juanma