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Blog Kardec: Misión del hombre inteligente en la Tierra

No presumáis de lo que sabéis, porque ese saber tiene límites muy estrechos en el mundo en que habitáis.

Aun en la suposición de que poseáis una de las inteligencias más brillantes del globo, no tenéis ningún derecho de envaneceros por ello.

Si Dios, en sus designios, os ha hecho nacer en un medio donde habéis podido desarrollar vuestra inteligencia, es porque desea que la empleéis para el bien de todos.

Se trata de una misión que Dios os confía, al depositar en vuestras manos el instrumento con cuya ayuda podéis desarrollar, por vuestra parte, las inteligencias atrasadas y conducirlas hacia Él.

La naturaleza de la herramienta, ¿no indica, acaso, el uso que debe hacerse de ella? La azada que el jardinero pone en las manos de su ayudante, ¿no le indica a este que debe cavar la tierra? ¿Qué diríais si ese ayudante, en lugar de trabajar, levantara la azada para herir a su patrón? Diríais que es horrible y que merece ser expulsado.

Pues bien, ¿no sucede lo mismo con aquel que se sirve de su inteligencia para destruir la idea de Dios y de la Providencia entre sus hermanos? ¿No levanta contra su patrón la azada que se le ha dado para carpir el terreno? ¿Tiene derecho al salario prometido? ¿No merece, por el contrario, ser expulsado del jardín? Será expulsado, no lo dudéis, y cargará consigo existencias miserables, llenas de humillaciones, hasta que se incline ante Aquel a quien le debe todo.

La inteligencia es fecunda en méritos para el porvenir, pero con la condición de que se haga buen uso de ella.

Si los hombres que la poseen se sirvieran de la inteligencia conforme a la voluntad de Dios, la labor de los Espíritus que hacen progresar a la humanidad sería mucho más sencilla.

Lamentablemente, muchos la convierten en un instrumento del orgullo y de perdición para sí mismos.

El hombre abusa de su inteligencia tanto como de sus demás facultades, pese a que no le faltan lecciones que le advierten que una mano poderosa puede quitarle lo que ella misma le ha dado.

(Ferdinand, Espíritu protector. Burdeos, 1862.)

FIN DEL CONTENIDO MEDIÚMNICO

Instrucción de los Espíritus publicada en el libro «El Evangelio según el Espiritismo: Contiene la Explicación de las Máximas Morales de Cristo, su Concordancia con el Espiritismo y su Aplicación a las diversas situaciones de la Vida».(1868) Por Allan Kardec.

(La traducción utilizada es la realizada por Gustavo N. Martínez) Puedes descargar un ejemplar gratuito en PDF (además de la traducción de las obras de Allan Kardec) desde este enlace de la editora: https://www.ceanet.com.ar/obras-de-allan-kardec/

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Escrito por Allan Kardec

Allan Kardec. (1804-1869) es el seudónimo utilizado por el pedagogo y escritor Hippolyte Léon Denizard Rivail, considerado el codificador de la doctrina llamada Espiritismo. Nota de ZonaEspirita.com : En este perfil se publican contenidos escritos por él. Las partes subrayadas y resaltadas han sido editadas por la web.

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