Progreso en tiempos de confinamiento
Civismo, empatía y solidaridad son mecanismos para dinamizar lo Divino que reside en nosotros… y, de tarde en tarde, suceden acontecimientos que nos sacuden como comunidad y nos hermanan ante la adversidad precisamente para que esos mecanismos conscienciales salgan a la luz…
El Espiritismo, el de verdad, conlleva un compromiso moral y una sensibilidad espiritual (que podríamos entender también como despertar de conciencia), y en este sentido, como espíritas, debemos esforzarnos por superar conceptos como «castigo» (pero también «caos» y/o «azar»)… y ver todo esto del covid-19 como un reajuste necesario a nivel social, humano y conciencial, ‘sacudidas’ imprescindibles para evolucionar, es decir; salir de la zona de confort de nuestro ego, superar el individualismo, el materialismo, etc.
Suena una hora especial, pues en un tiempo fuertemente marcado por el antagonismo de intereses económicos, de nacionalismos y banderas, ocurre algo que se extiende por el planeta y nos recuerda que todos somos iguales, que todo lo que no nace de la buena voluntad humana, en interés mayor lo hacen las leyes universales que sirven a la luz y el progreso… El planeta, el universo, lo Divino que todo lo impregna, tiene sus propios y sabios mecanismos de reajuste, y se activan cuando es necesaria una mayor dosis de conciencia, unión, solidaridad y paz.
Y ahora que vamos a tener mas tiempo, acudamos a ese código universal de conocimiento y auto-reforma que es el Espiritismo; dediquemos determinado día de la semana (o algunos minutos cada día), a ser posible en familia o allegados que compartan con nosotros el confinamiento; estudiemos, leamos algún mensaje edificante, abramos un espacio de vibración u oración… Y, por supuesto, no dejemos pasar este período en la queja o la indolencia de los viejos hábitos, y podamos aprovechar este confinamiento (nada es casual en un universo causal) para el estudio y reflexión que nos brinda el Espiritismo, para la meditación y el auto-encuentro, y salir de este período de reajuste social y espiritual, un poco mejores…
Aprovechemos este tiempo… pues aunque todos (espíritas o no) estamos convocados a nivel planetario, el conocimiento espiritista conlleva un plus de lucidez y de responsabilidad, y debemos estar a la altura: en prudencia, empatía y compromiso.
No es tiempo para lamentaciones morbosas basadas en la culpa y la ira divina (los adoctrinamientos apocalípticos, aún colocados sutilmente, no forman parte del Espiritismo). En tiempos inciertos y precisamente como espíritas, seamos realistas pero positivos, y donde estemos, sembremos serenidad y esperanza…
Confiemos a cada instante en la divinidad, es decir; en la ciencia y el amor que guía y sostiene todo…, pues todo es instrucción, progreso y equilibrio.
Por Juan Manuel Ruiz González Domingo 29 de marzo de 2020