Más Allá de un Centro Espírita
Creo sinceramente que, un craso error que cometemos muchos, es limitar la terapéutica espírita a las reuniones… me explico. Con frecuencia, casi por costumbre, sin darnos cuenta, “forzamos” que la gente vaya a los centros, y eso está bien cuando surgen las circunstancias adecuadas, pero no como norma general, porque no todo el mundo está llamado a ir a un grupo.
A los que no van a ir, o de momento no están interesados pero, aún así, si que les gusta o se sienten receptivos al mensaje del espiritismo, se les puede indicar lecturas que les ilustren, se pueden tener charlas periódicas sobre nuestra doctrina, y si tienen algún problema personal, se les puede asesorar con cosas que pueden poner en práctica en casa, en su vida de relación, etc., porque el Espiritismo es una escuela educacional (y por lo tanto de desarrollo personal). Pero ocurre que muchas veces, al no poder o no estar interesada la persona en asistir al centro, la damos por perdida…, es como si ya no nos importara. Esto es un error grave.
Hay muchas pautas que, como espíritas, podemos recomendar para hacer en casa o en el día a día, sin tener necesariamente que pasar por un grupo… Porque el espiritismo no solo es lo que se organiza dentro de un centro o el asistir al mismo, sino que es una maravillosa terapia de desarrollo personal para espíritas…y para simpatizantes.
El Espiritismo del día a día es tan edificante y necesario como el que se vive en un centro.
Quizá la persona no se haga espírita (porque no es necesario o porque no esté en su camino), pero aplicará ciertas cosas que le pudo indicar un espírita, o mantendrá charlas edificantes con él, cuando toque, etc, y esto le hará tener una referencia práctica de lo que es y no es Espiritismo, y, de alguna manera, mantendrá un vínculo con el mismo.