La comunicación es el intercambio de información entre dos interlocutores que se influyen recíprocamente.
La comunicación ordinaria se produce a través de los órganos sensoriales en un entorno inmediato, modernamente ampliada gracias a la técnica y variados dispositivos inventados para el efecto.
La comunicación extra-ordinaria se produce fuera de los órganos sensoriales orgánicos y se denomina telepática o paranormal.
En el ámbito científico no se ha aceptado este tipo de comunicación por carecer de teoría, de portador mensurable y de transformar el concepto de espacio-tiempo.
Sin embargo, en las últimas décadas se han ido multiplicando los científicos que se ocupan de la investigación de estos fenómenos, y algunas Universidades reputadas cuentan con departamentos dedicados a estos fenómenos.
Por otra parte, los hallazgos en la investigación de la vida después de la muerte, que confirmarían la supervivencia de la psiquis posterior a la desaparición física, harían factible la comunicación.
La mediumnidad está demostrada por la experimentación, por diferentes vías.
No es suficiente la credulidad en el fenómeno; por lo cual se hizo uso de todos los métodos que confirmaran la veracidad de los mensajes recibidos.
Apartando los casos de fraude, de confusión o de ignorancia, se pudo verificar que los entes espirituales que decían estar presentes establecían sin dudas, su identificación, y sus mensajes eran coherentes con su personalidad conocida en la vida encarnada.
Generalmente, quienes niegan esta experiencia, lo hacen a priori, basándose en sus creencias previas que serían desvirtuadas en caso de comprobarse la comunicación espiritual.
Michael E. de Bakey afirmaba: “La historia natural de la ciencia es el estudio de lo desconocido. Si usted teme a lo desconocido, entonces no lo estudiará y no hará ningún progreso”.
Muchos la niegan sin conocer los experimentos realizados por múltiples científicos en diferentes áreas del saber, que la confirman.
Otros la achacan a la superstición, observando solamente la actividad mediúmnica de aquellos que sin conocerla, la atribuyen a seres fantásticos.
En fin, la comunicación paranormal entre las personas y con los espíritus, aún cuando cuenta con el aval científico de investigadores reputados, sigue siendo vista con reserva por muchas personas que no desean apartarse de la senda positivista del saber.
Sin embargo, la mediumnidad demostrada por la experimentación donde intervienen sensitivos que transmiten lo que perciben extrasensorialmente, también se ha puesto de manifiesto a través de instrumentos o dispositivos creados para tal fin; o más aún a través de aparatos del uso diario como la radio, el teléfono o la televisión.
La intención de encontrar una comunicación con aparatos no es nueva.
En 1916 La revista “Light” de Londres, describió un telégrafo psíquico que permitía la comunicación paranomal mediante el alfabeto morse.
Para esa misma época, la revista “Scientific American” publicaba un artículo sobre el inventor Edison que presentaba su fonógrafo, inicialmente concebido para obtener comunicaciones con los espíritus.
Mientras tanto, la Columbia Gramophon Company, demostró el registro de voces por medio de un gramófono, con la colaboración de Bradley, conocido médium de efectos físicos, para el momento.
En 1930 la revista “Espiritismo portugués” publicó un artículo sobre el reflectógrafo presentado en la S.P.R. (Sociedad de estudios psíquicos) de Londres, bajo el auspicio de Arthur Conan Doyle.
En ese mismo año la Sociedad de Estudios Psíquicos de París conformó una Comisión de investigaciones científicas, bajo la dirección de Juan Meyer y Andry Bougeous, que organizó un concurso que premiaría los mejores artefactos que permitieran la comunicación instrumental con los espíritus.
Se presentaron 4 aparatos y 5 esquemas, pero se desconocen los resultados.
En el Congreso Espírita Nacional Belga, Lejeune presentó un aparato, que aparentemente no encontró eco en la comunidad espírita.
Esta aparente indiferencia frente al progreso de la comunicación se podría explicar por la carencia de medios científicos, experimentales y económicos que tenían los grupos espíritas, en comparación con las posibilidades de los laboratorios investigadores de la actividad psíquica.
La primera investigación rigurosa se produjo en el Laboratorio de Física de la Universidad del Sagrado Corazón en Milán por los religiosos Gemelli y Ernetti, hacia el año 1952.
En 1959, Friederich Jürgenson obtuvo miles de cintas magnetofónicas grabadas en espacios abiertos y cerrados donde se constataban las voces de personas fallecidas.
Al principio se sorprendió con el hallazgo y lo atribuyó a ruidos periféricos desconocidos, pero después de investigar tuvo que descartarlos; más aún cuando entre las voces aparecía la de su propia madre fallecida.
Con el fruto de sus investigaciones escribió varios trabajos de repercusión mundial, entre ellos “Voces del espacio” y “Conversaciones por radio con los difuntos”.
En la historia de la comunicación instrumental por el sistema E.V.P. (electronic voice phenomenon) , el doctor Konstantin Raudive ocupa un lugar prominente.
Si Friederich Jürgenson puede ser considerado el pionero de la transcomunicación por medio del grabador en cinta magnetofónica, K. Raudive bien merece el título de campeón de la E.V.P.
Fue su monumental trabajo, particularmente las 72.000 frases por él registradas y publicadas en su obra clásica “Lo inaudible se torna audible”, que más contribuyó a la divulgación mundial de la T.C.I (transcomunicación instrumental).
Konstantine Raudive nació en Asune (Letonia) el 30 de abril de 1909 y falleció en Badkrozingen – Alemania, el 2 de septiembre de 1974.
Era un notable psicólogo y filósofo europeo que vivió en Suecia y en Alemania desde el fin de la II guerra mundial.
Escribió 6 libros, incluyendo 2 novelas, por lo que su nombre es conocido tanto en el ámbito literario como científico.
Los primeros contactos de Raudive con la T.C.I. ocurrieron a fines de 1964, conforme él mismo reveló en su libro ya mencionado, coincidiendo con el momento en que apareció en Estocolmo, Suecia, el libro de Friederich Jürgenson titulado “Voces del espacio”.
Durante toda su vida se preocupó en estudiar los fenómenos paranormales y le llamaba la atención el problema de la sobrevivencia después de la muerte.
En todos sus libros abordó esta cuestión, particularmente en su obra “El hombre – caos y su conquista”.
Por esta razón leyó con el máximo interés el libro del sueco.
Al principio tuvo la impresión de que el autor, un hombre de rara sensibilidad y susceptibilidad, podría estar dando alas a su imaginación.
Pero, al final del libro, explicaba la técnica para obtener las “voces del espacio” que atribuía a personas fallecidas.
Esto impactó a Raudive y resolvió entrevistarse personalmente con Jürgenson El primer encuentro entre ellos ocurrió en abril de 1965, ocasión en que también estaba presente la señora Jürgenson y la doctora Zenta Maurina, esposa de Raudive.
Durante esa visita el sueco hizo algunas demostraciones de captación de voces por el sistema E.V.P., impresionando positivamente a ambos.
Sin embargo, al principio Raudive consideró que el fenómeno podría ser el resultado de la acción psicocinética inconciente del operador, o de sonidos extraños captados por las radioemisoras.
Pero sus primeras hipótesis no lo satisficieron suficientemente y, en junio de 1965, resolvió hacer algunas investigaciones con el propio Jürgenson, en su residencia en el estado de Nysund.
Raudive buscaba adquirir práctica en la grabación de las voces, y nada mejor para adiestrarlo que el propio descubridor del fenómeno.
Los sucesivos contactos de Raudive con Jürgenson, y en conocimiento más profundo de la personalidad de éste último, tanto como de la historia de su vida, confirmaron que él era absolutamente sincero.
Raudive se convenció de que el sueco se hallaba completamente inmerso en el misterio del fenómeno de las voces, y firmemente convencido de que se conectaba con el “mundo del más allá”, en el cual los humanos penetran después de la muerte y donde se continúan las actividades en una existencia trascendente.
Inicialmente, esas experiencias sólo producían voces poco claras y difícilmente discernibles, pero a partir del 10 de junio de 1965 pasaron a obtener buenos resultados, y consiguieron una grabación por medio de la radio.
El método consistía en sintonizar el aparato de radio acoplado a un grabador, en una faja de frecuencia situada entre las dos emisoras contiguas.
El ruido resultante es un chillido entremezclado con sonidos confusos de música y parloteo.
En medio de esa algarabía surgían voces perfectamente discernibles para un oído bien entrenado, y se destacaban por su ritmo peculiar y por la objetividad de las sentencias transmitidas en estilo telegráfico.
Estas primeras grabaciones exitosas fueron sometidas al análisis de varias personas, y todas fueron unánimes en concordar que una voz inicialmente llamaba: “Friederich, Friederich”, y seguidamente, otra voz decía suavemente en alemán “Hoy a la noche”.
A continuación, una voz femenina preguntó en alemán: “Konstantin, ¿usted conoce a Margarete?”.
La voz prosiguió en un tono cantante: “Nosotros estamos muy distantes. ¡Hable!”.
El intervalo se cerró con una voz femenina que decía: “Ve a dormir, Margarete”.
Raudive quedó fuertemente impresionado con esa grabación porque había perdido recientemente una secretaria muy ligada a ellos, cuyo nombre era Margarete Petranstzki.
Pero Raudive aún conservaba los resquicios de su formación académica y se preguntaba si sería realmente la voz de su secretaria o algo producido por la facultad mediúmnica de Jürgenson.
La idea de las posibilidades hasta entonces poco conocidas del inconciente y de la función psico-cinética del agente humano, debían también persistir en la mente de Raudive.
Por eso resolvió verificar si el “fenómeno de las voces” era realmente universal y libre de toda influencia subjetiva.
Si fuese el caso, las voces deberían ser capaces de manifestarse independientemente de la influencia de personas, tiempo y espacio.
Raudive inició entonces, sus investigaciones personales en junio de 1965, y después de 5 años de trabajo persistente y sistemático, acumuló una inmensa suma de grabaciones y una gran experiencia sobre el fenómeno de las voces.
La historia de las investigaciones de este notable trans-comunicador es muy extensa, en vista de lo cual vamos a abordar apenas algunos aspectos de sus actividades y conclusiones, preferentemente las que consideramos de mayor utilidad para quien pretenda desarrollar ese tipo de investigación.
Métodos de grabación
Raudive distinguió 5 métodos de grabación para el sistema E.V.P.
1. Con el micrófono
2. A través de la radio
3. Tipo radio-micrófono combinados
4. Con un generador de frecuencia
5. Método del diodo
1. Con el micrófono
Es el más sencillo.
Este método es enteramente análogo al proceso de grabar un sonido cualquiera como música, conferencias, entrevistas, etc.
En su forma más básica consiste en enchufar simplemente un micrófono de buena calidad en la entrada de un grabador, alejarlo de este último, a fin de evitar el ruido de la máquina, insertar una cinta en el grabador y pulsar el botón de grabar.
Después se le debe pedir a las voces que hablen.
Se debe tratar de mantener la sala en el silencio más absoluto posible, durante el resto del proceso de grabación.
Es recomendable que se indique previamente la fecha, la hora y el lugar donde se está haciendo la grabación, y otros datos de interés, inclusive los nombres de los participantes.
Ese expediente puede ser usado indistintamente para cualquiera de los 5 métodos indicados.
El tiempo de grabación no debe exceder de 10 a 15 minutos porque el examen de los resultados, cuando se hace con cuidado, acostumbra demorar algunas horas.
Los primeros fenómenos de E.V.P. fueron registrados con este método con el que pueden captarse voces muy claras.
Sin embargo, se deberán gastar muchas cintas antes de encontrar voces realmente audibles.
Durante mucho tiempo, sólo se obtendrán murmullos difíciles de entender, de los que sólo ocasionalmente surgirá algo claro.
Raudive observó que las voces captadas por micrófono suelen ser en su mayoría, francas y rápidas.
Las clasificó en 3 grupos, según su grado de audibilidad.
Grupo A: Se colocan en esta categoría las voces claras, bien audibles e inteligibles a cualquier persona, aún aquellas no habituadas a distinguir voces grabadas por el sistema E.V.P.
Grupo B: Consiste en voces que hablan más rápidamente y más bajo, pero aún son perfectamente audibles para un oído ya un poco entrenado y atento.
La práctica constante de ese género de investigación desarrolla la agudeza auditiva y la capacidad de distinguir voces que pasarían desapercibidas a un oído normal.
Para las voces del grupo B conviene la ayuda de participantes habituados a la recepción auditiva de esas voces.
Grupo C: Justamente en esta clase es que se encuentran las voces capaces de ofrecer la mayor suma de informaciones útiles y muchos datos paranormales.
Infelizmente, tales voces pueden ser oídas apenas fragmentariamente, aún por oídos muy entrenados y de excepcional agudeza, exigiendo ayuda técnica para interpretarlas satisfactoriamente.
2. A través de la radio
Es otra manera sencilla de obtener voces paranormales.
En la época de Raudive era necesaria la conexión de salida de un receptor de radio a un grabador de carretes de cinta.
Posteriormente se construyeron equipos con receptor y grabador integrados.
Colocar una cinta virgen en el grabador y encender el receptor.
Sintonizar las bandas de AM y FM, y tratar de encontrar una parte de la banda que no tenga nada más que “ruido blanco”, es decir, el ruido que se oye al sintonizar una frecuencia no usada.
La calidad de voces recibidas con este método es mucho mejor que las de las registradas con el micrófono.
Los críticos argumentan que pueden ser transmisiones erráticas.
Por supuesto, la naturaleza de los mensajes desmiente estos argumentos, pero puede ser más fácil probar a los demás, que se trata de voces paranormales si no se usa un receptor, de allí que puede ser conveniente usar una fuente de ruido blanco diferente.
La grabación de las voces con la ayuda de la radio complica un poco más la operación de oírlas y distinguirlas eficientemente.
Raudive cita, a propósito, una opinión de Jürgenson en su libro “Voces del espacio”, cuando afirma que ninguna grabación vía radio puede ser satisfactoria sin un mediador.
Esa voz mediadora es generalmente, la de una mujer (en el caso del sueco se llamaba Lena) informando cual es la estación transmisora, la extensión de la onda, y la hora del día o de la noche, más convenientes.
“Yo fui capaz de oír a la misteriosa “mediadora” de Jürgenson en una de sus cintas grabadas. Ella le pidió que aguardase para grabar, hasta las 21 horas; también aparecen en el conjunto, en su voz extrañamente sibilante, sugestiones acerca de personas y eventos”. (Raudive, 1971).
El surgimiento de esa preciosa colaboración no parece ser, no obstante, tan inmediata y tan fácil de ocurrir.
A pesar de su competencia e incontestable valor personal, Raudive tuvo que aguardar 6 meses para tener su voz mediadora, hecho que ocurrió a fines de 1965, cuando finalmente, escuchó una voz que respondió a su pregunta acerca de quien podría ser su mediadora.
Una voz del grupo B habló claramente identificándose como Spidola (nombre letón), y una voz masculina habló en letón, en tono más alto: “Nosotros los oímos, los letones te ayudarán”.
En la primera grabación obtenida por él, después de esa última información, oyó una voz femenina indicando en letón, una “estación emisora” totalmente desconocida: “Habla Meter, esto es, está siendo transmitida desde “estación Meter”.
Posteriormente, Raudive tuvo la certeza de que alguien con el nombre Spidola lo estaba asistiendo en las grabaciones de la radio-voces.
También comprendió que esas voces de entidades debían poseer varias estaciones radioemisoras propias.
Entretanto, tales estaciones no parecían estar situadas dentro de nuestro espacio universal, sino en otro espacio fuera de aquí.
Las diferentes designaciones dadas a esas emisoras del más allá eran: “estudio, “central”, “grupo”, “puente”, etc.
En su libro, Raudive menciona el nombre de diversas emisoras del más allá: “estudio kelpe”, “radio Meter”, “kegele”, “kostule”; y varios transmisores: “puente Goethe, “Sigtuna”, “Arvides” y “Irvines”.
Pero debe haber muchas más, porque las últimas informaciones recibidas hacen ver que el número de los puentes crece continuamente.
Si algún experimentador está confiando en la posibilidad de ayuda de una mediadora, podrá intentar la siguiente manera: Se pasa el indicador de sintonía lentamente, de una punta a la otra de la escala de extensión de onda de su radio, y se aguarda cuidadosamente que surja una voz que dirá en tono sibilante: “ahora” o “comience a grabar” o cosa parecida.
Ahí, en ese exacto momento, se acciona el grabador, el cual ya debe estar conectado a la radio.
Se mantiene así grabando, a pesar de la música o las voces de locutores o cualquier otro ruido.
Más tarde, para oír lo captado, se deben eliminar los ruidos extraños, de ese modo se podrán oír claramente, las voces con su ritmo característico.
Posteriores experiencias mostrarán que, aún sin la ayuda de la voz mediadora, es posible hacer la grabación a través de la radio.
El método más usual consiste en oír las fajas intermediarias entre las ondas transmisoras.
Se eligen aquellas en que hay un mínimo de interferencias de los programas radiales, y se oirá un chillido.
Se acciona el grabador por algunos minutos, se rebobina la cinta y se verifica, entre los ruidos si se captaron las voces.
Raudive decía que “el fenómeno de las voces está íntimamente ligado a ondas de radio que vienen de afuera, penetran todas las cosas y crean campos electromagnéticos dentro del llamado mundo físico” (1971)
3. Tipo radio-micrófono combinados
Raudive indicó que este método fue descubierto por casualidad.
Estaba rebobinando una grabación obtenida minutos antes, cuando notó algunas peculiaridades.
Una voz pedía incesantemente, “señales”.
Continuó escuchando hasta el fin la extraña grabación y colocó una nueva cinta virgen, intentando hacer una grabación de segundo tipo, esto es “a través de la radio”, solamente.
Pero olvidó ajustar el grabador, de manera que la grabación se hizo a través del micrófono, mientras se mantenía en operación la radio conexión.
Cuando la oyó escuchó varias voces, descubriendo un nuevo método, por medio del cual se hace posible mantener conversación con esas voces.
4. Con un generador de frecuencia
El sistema consiste en operar un generador de frecuencia y usar el ruido del mismo injertado en el grabador.
Tal método tiene la ventaja de eliminar los sonidos de la radio que se captan mezclados con las voces, lo que obliga al operador a un esfuerzo de selección auditiva.
El grabador registrará apenas el ruido de la onda portadora y, en conjunto, se distinguirán con facilidad las voces captadas.
5. Método de diodo
Según Raudive y los investigadores posteriores, el método del diodo es la mejor manera para grabar fenómenos de E.V.P. sin usar filtros complejos.
Se usaban varios circuitos y las voces paranormales se captan mediante una antena de alambre rígido de 8 cm.
El circuito recordaba a los primitivos diseños de receptores de “bigote de gato”, pero los mensajes no son transmitidos por ninguna estación.
Es uno de los sistemas más usados, aunque presente algunas dificultades técnicas, en el ajuste de la antena.
Para facilitar la visualización se presentaron los esquemas de algunos de los métodos citados, inclusive este último.
En la explicación técnica se ofrecieron esquemas con el fin de facilitar la actividad de los interesados en repetir las experiencias.
Cómo escuchar las voces
Una vez efectuada la grabación según uno de los métodos explicados, se deberá tener alguna idea acerca de lo que escuchará en las cintas.
La mayoría de los fenómenos E.V.P. son débiles y difíciles de descifrar, pero no se deben pasar por alto.
Conviene primero, hacer sesiones de grabación cortas, manteniéndola 5 minutos después de cada pregunta.
Desde luego, no todas las grabaciones permitirán captar un E.V.P., pero con perseverancia se pueden obtener buenos resultados.
Al principio, las voces son difíciles de reconocer por varias razones, pero sobre todo porque parecen que hablaran al doble de la velocidad normal, y que las sílabas se pronuncian en forma monótona y al mismo ritmo, sin acentuación ni énfasis.
Hay mayores probabilidades si se usan auriculares para evitar ruidos externos y ajustar el volumen al máximo nivel cómodo.
Cuidar de no cansar los oídos para no perder discernimiento auditivo.
Si se usa el micrófono se debe escuchar atentamente, si aparece algún débil ritmo, y reproducirlo varias veces.
Esto se conoce como “desarrollar” la voz, porque al grabarlo repetidamente, aumenta el volumen y la claridad.
En las cintas grabadas por los métodos de receptor o del ruido blanco se debe escuchar si aparece algo en el fondo, que difiera del ruido propiamente dicho.
También conviene “desarrollar” los ruidos grabándolos en otra cinta.
Finalmente, es necesario estar preparado para sorprenderse con las cintas grabadas por el método del diodo, pues es la manera más fácil de captar voces de E.V.P., pero también conviene “desarrollarlas” para obtener mayor claridad.
En 1970, el ingeniero George W. Meek utilizaba una enorme variedad de aparatos y equipos destinados al registro de los fenómenos paranormales, que llevó a diversos países para divulgar las técnicas de obtención de voces.
Meek nació el 7 de enero de 1910 en Springfield, Ohio, USA y desde muy joven comenzó a manifestar inclinación hacia la ingeniería, prefiriendo como recreación el montaje de modelos mecánicos de toda especie.
En 1921, estaba muy en boga la radiotelefonía aún naciente.
En aquella época, innumerables personas construían sus propios receptores, montando rudimentarios circuitos constituidos por una bobina con diversas tomas, un pequeño condensador, y un diodo formado por un cristal de galena, intercalado en el circuito.
Uno de los contactos con la galena era obtenido por un hilo bien fino, del cual una de las puntas tocaba la superficie del cristal.
Era insertado en el circuito un fono doble para el oído, que permitía escuchar los programas irradiados, mediante la sintonización adecuada.
A los 11 años de edad Meek se divertía construyendo su propio receptor a galena.
Más tarde, se dedicó sobre todo a inventar y construir diversos aparatos mecánicos.
En 1932 se formó en ingeniería, en una carrera brillante y se convirtió en un fecundo inventor, conocido internacionalmente por sus patentes de equipos industriales.
A los 60 años de edad, Meek organizó su vida de modo de poder vivir de la renta de sus patentes, sin necesidad de trabajar para las organizaciones para las que él servía.
Resolvió entonces, dedicar el resto de su vida al estudio de la naturaleza del ser humano y de su destino después de la muerte.
Para eso, procuró aliarse a un grupo de científicos especialistas en varias áreas.
En 1970, comenzó a investigar primeramente, los fenómenos de sanación psíquica, viajando por diversos países.
Más tarde, su atención fue atraída por los fenómenos de la trans-comunicación.
Meek deseaba establecer contacto con algún científico desencarnado dispuesto a colaborar con un grupo de colaboradores encarnados, en la construcción de un equipo que permitiese la comunicación con el espíritu de los muertos, semejante al teléfono o a la telefonía si hilo; esto es, que posibilitase el diálogo.
Tal dispositivo debería sustituir al intermediario humano (médium) comúnmente Utilizado para este tipo de comunicación.
No obstante, George Meek también procuró, como primer paso en ese sentido, un médium desarrollado y de gran capacidad, y que poseyese una suma de conocimientos técnicos suficientes para facilitar el intercambio con alguna eventual entidad de elevado nivel técnico.
En aquella ocasión ya había surgido el E.V.P. (Electronic Voice Phenomenon), u obtención de voces de desencarnados mediante el empleo de grabadores de cinta magnética.
Meek viajó varias veces por Europa para contactar con los principales trans-comunicadores de esa área y ponerse al tanto del sistema.
Sin embargo, a pesar de las innovaciones y perfeccionamiento técnico de ese tipo de comunicación, se consideró insatisfecho.
Uno de los puntos principales era la dificultad de establecer un diálogo extenso entre la entidad comunicante y el operador terreno.
Conformó un óptimo grupo de técnicos para inventar otro sistema capaz de superar los inconvenientes de la E.V.P., entre los cuales se encontraba Melvin Suttley, uno de los fundadores de la “Spiritual Frontiers Felloship”, quien recibió la información a través de un médium, de que un amigo íntimo fallecido deseaba participar en los trabajos del algún grupo de investigadores de alto nivel, con el fin de crear un sistema técnico de trans-comunicación.
El presunto espíritu convocante, identificado como William Francis Gray Swann, fallecido en 1962, había sido un gran especialista en rayos cósmicos y profesor de la Universidad de Yale, Minnesota, Chicago y Swarthmore.
Más aún, ambos amigos se habían preocupado por el problema de la supervivencia y de la posibilidad de comunicación entre los encarnados y los espíritus.
Meek supo de la comunicación mediúmnica y tomó las providencias para montar un pequeño laboratorio en Filadelfia, porque para todos sería más fácil reunirse allí los fines de semana y feriados.
Formaron entonces el inusitado grupo de investigadores de la transcomunicación con los desencarnados: George Meek, Melvin Suttley, administrador jefe del respetado Wills Eye Hospital, Paul Jones, físico, ingeniero electrónico fabricante de accesorios para computador e inventor con más de cien patentes, Hans Heckmann, especialista en computación, técnico electrónico con práctica en reproducción de sonidos, y otros técnicos con diferentes especialidades.
El grupo intentó entenderse con el espíritu identificado como Swann, para lo cual contrataron los servicios de un médium.
Así preparados, procuraron hacer sesiones en el mismo estilo que habían aprendido en los centros espíritas.
Se sentaban alrededor de una mesa y trataban de entrar en contacto con el espíritu evocado.
Iniciaban la reunión con una oración pronunciada por Meek o por Heckmann y aguardaban la incorporación del espíritu en el médium.
Después de algún tiempo, éste entraba en trance y al poco rato su oía el esperado saludo: “Yo soy Swann”.
Inicialmente, Swann reveló que no se encontraba sólo, pues otros científicos formaban parte de sus equipo; entre ellos Lee de Forest y Reginald Fessenden, conocidos por haber sido pioneros de la radiotransmisión.
Esperaban que desde el plano espiritual, podrían suministrar una importante ayuda y que las soluciones serían encontradas principalmente por los técnicos del más allá.
A su vez, Meek representaba una garantía de éxito, debido a sus conocimientos tanto técnicos como espirituales.
Entre tanto, los resultados obtenidos por él y sus compañeros no alcanzaban los objetivos esperados.
Meek no consideraba la E.V.P. un blanco ideal para ser alcanzado, debido a las deficiencias naturales de ese sistema, sin embargo, el grupo de investigadores, ya habían preestablecido las características del equipo que construirían.
Cuando iniciaron los contactos, previeron el montaje del primer prototipo, escogieron el nombre genérico de los futuros aparatos: SPIRICOM, sigla de la expresión Spirit Comunication; y designaron como Mark I al primer aparato experimental.
Al parecer los compañeros espirituales estaban más o menos de acuerdo con las iniciativas tomadas hasta entonces, por el grupo.
Más tarde, la práctica iría a mostrar que tanto ellos como los propios técnicos terrenos se hallaban preparados para enfrentar las nuevas condiciones ofrecidas por las indicaciones del plano espiritual.
En 1.973, Hans Heckmann concluyó la construcción del primer prototipo de Spiricom, denominado Mark I, basado sobre todo en los conocimientos científicos y espirituales de George Meek, unidos a la habilidad de Heckmann, y tácitamente aprobado por el equipo del espíritu Swann.
Uno de los objetivos era buscar contacto con los niveles más altos del plano espiritual, evitando en lo posible, el intercambio con los planos inferiores o medios, donde difícilmente serían obtenidas informaciones provechosas.
En vista de eso, Meek consideró que lógicamente, el alcance de los más altos niveles dependería, dentro de otras características operacionales, de la frecuencia de onda emitida por el aparato.
“El método que elegimos fue casi sugerido por el mismo. No había intención de contactar los niveles de vida espiritual del bajo y medio astral. Una vez que nuestro espíritu – contacto residía en un área de vibraciones más alta, o así llamado nivel mental o causal, nosotros iríamos a intentar el abordaje de baja vibración. Decidimos usar un generador de alta frecuencia, el cual proporcionaría una onda “portadora”. Ese método fue en cierta forma despreciado por los investigadores del E.V.P., pero parecía más provisor para nuestras intenciones”. (Meek, 1982)
Adquirió varios generadores y durante el verano de 1973, Herckmann montó el primer prototipo Mark I, con el que se hicieron las primeras pruebas durante 2 sesiones con la presencia de un médium en trance.
De ese modo pudieron acompañar los resultados de las operaciones y sus respectivas repercusiones en el plano espiritual.
Un balance final reveló que el Mark I no era suficiente para los fines deseados; por eso se planeó otro aparato más potente y con varias modificaciones que lo mejoraban En julio de 1974 se inició el montaje de Mark II, en cuya construcción participó el ingeniero electrónico Bruce Depkey, incorporado al grupo.
El Mark II estaba provisto de un oscilador de 1.200 MHz, por lo tanto con una frecuencia 4 veces mayor al prototipo anterior, que sólo disponía de 300 MHz.
La salida del Mark II era de 2,5 watt, con frecuencia fija y garantizada por un sistema de cristal.
El estreno del Mark II se hizo en el otoño de 1974, con la participación mediúmnica del propio Meek, pero después de varias tentativas, llegaron a la conclusión de que tal vez, estuviesen siguiendo un rumbo erróneo.
Parece que el grupo de Meek, así como sus compañeros espirituales, posiblemente estaba usando las leyes de la física terrestre, mientras que en los niveles superiores de la espiritualidad, las reglas son otras.
“Luego, se volvió obvio que nuestros colaboradores espirituales no tenían soluciones para todas muestras preguntas. De hecho, ellos relataron que no tenían todas las respuestas para manipular exitosamente sus energías. Entonces, habíamos realizado un esfuerzo cooperativo en el cual nosotros y ellos habíamos dado, meramente, el primer paso con el Mark I y el Mark II”. (Meek, 1982)
Después de los prototipos I y II, entro en el grupo William John O´Neil, un técnico especial, dotado de bastante competencia electrónica y poseedor de ostensible facultad de efectos físicos, quien consiguió la proeza de construir los dos prototipos Mark III y IV, que permitirían una trans-comunicación instrumental en dos sentidos y perfectamente audible en el ambiente de investigación.
Estos prototipos funcionaron a satisfacción, pero operaban a bajas frecuencias, entre 29 y 31 MHz., que desde el principio Meek había evitado a fin de impedir el contacto con las entidades de bajo y medio astral.
Aún habiendo obtenido inicialmente un importante éxito con los Mark III y Mark IV, Meek prosiguió por algún tiempo en sus tentativas, siguiendo la primitiva línea de los prototipos de alta frecuencia, obteniendo con un gran esfuerzo la siguiente relación de aparatos proyectados y muchos de ellos construidos:
Aparentemente, no funcionó ninguno de los prototipos construidos a base de altas frecuencias.
Solamente los prototipos Mark I y II fueron exitosos.
En 1982, Meek viajó por el mundo llevando cierta cantidad de cintas magnéticas grabadas con las comunicaciones espirituales obtenidas por William O´Neil, operando los dos prototipos Mark III y IV, así como igual número de copias de un minucioso relato técnico respecto a sus investigaciones (100 páginas).
Ese material fue distribuido gratuitamente entre los principales grupos de trans-comunicadores.
En aquella época, estaban surgiendo innumerables grupos experimentadores de TCI en diferentes países, y Meek inició un gigantesco trabajo de divulgación e interrelación de los investigadores más exitosos, desde la “Metascience foundation” en Carolina del norte, USA.
Hacia 1985, en Francia trabajaban el monje Klaus Schreiber con las psico-imágenes obtenidas en los aparatos de televisión y Monique Simonet, quien logró imágenes de su nieto fallecido por la misma vía.
En 1987, Harsch Fischbach en Luxemburgo y en la Universidad de Londres se reportaron varias experiencias de psico-imagen combinada con escritura automática.
Con relación a las comunicaciones a través del teléfono, se hicieron las primeras menciones en 1917, y hacia 1960 Jürgeson escribió su libro “Teléfonos del más allá”, y Scout Rogo presentó 70 casos.
La denominación “Trans-comunicación instrumental” o TCI fue ideada por el doctor Ernst Senkowski, de la cátedra de Física de la Universidad de Mainz, Alemania occidental.
En España, las investigaciones estuvieron lideradas por Silesio Darnell y en Francia y Alemania se destacó François Brune, teólogo francés conocido por sus trabajos de investigación en experiencias cercanas a la muerte (ECM) y trans-comunicación instrumental (TCI) a través de apariciones electrónicas.
En una entrevista durante un coloquio con el título “Muerte… y después?” organizado por el Centro de Tanatología del Montepío General en Lisboa, realizado en 1993, expresó:
P: ¿Existen pruebas de las comunicaciones con los llamados muertos a través de aparatos electrónicos?
R: Sí, creo que son pruebas.
Sin embargo, es difícil emplear esta palabra.
Son pruebas para mí y para otros investigadores de TCI desde hace algunos años.
Los investigadores son científicos, no son científicos religiosos y no religiosos.
Todos concluyen que la vida continúa después de la muerte.
No tenemos posición oficial en la Iglesia Católica acerca de los fenómenos, y creo que es mejor así, pues es un problema para científicos, para técnicos, el saber si son auténticos o no, o si existen otras explicaciones.
Las hipótesis científicas son:
1. Pueden ser los “muertos” quienes hablan.
2. Pueden ser entidades que no vivieron en la tierra.
3. Pueden ser ondas que permanecen del pasado.
4. Pueden ser proyecciones del subconsciente (esta fue dejada de lado) El Vaticano ya dejó de lado la tesis de que es el diableo el que se manifiesta a través de los médiums.
Uno de los primeros que consiguieron captar voces del “más allá” fue en la Universidad católica de Milán con los trabajos del profesor doctor Gemelli en presencia del padre benedictino Pellegrino Ernetti.
El Papa Pío XII conocía bien esta historia y dijo que no era lo mismo que el Espiritismo, pues en éste existía siempre el peligro del error, de la influencia del subconsciente.
Con los grabadores, dijo el Papa, podremos tal vez, tener ayuda para aumentar la fe en la vida eterna.
No es papel de la Iglesia Católica, decir si los fenómenos son auténticos o no, pero existen en Italia muchos sacerdotes y religiosos que los conocen y hacen grabaciones de voces del “más allá”.
Ya hubo varios Congresos sobre este tema.
Brunne afirmó: Creo que la reencarnación es posible. Creo que nunca fue enseñada por la Iglesia, pero tampoco fue condenada. Como católicos, como sacerdotes, somos libres de creer o no en la reencarnación. Creo que es posible, pero no sistemáticamente y no para todos, sólo en casos excepcionales.
En el Vaticano siguen investigando la comunicación con los “muertos”, pero la reencarnación no es tema de estudio.
El padre Gemelli ya murió y Ernetti investiga en la Abadía de San Gregorio Magioli en Venecia.
El padre Andreas Resch, Presidente del Instituto de Parapsicología en Austria dicta clases sobre fenómenos paranormales en la Universidad de Labrao en Roma.
El sacerdote jesuita Martin escribió un libro sobre “desdoblamiento”.
Brunne opina que para la Iglesia Católica es mejor no dar opinión oficial pero sería mejor para los sacerdotes y religiosos hablar de ello.
Él no tiene temor de ser excomulgado por dedicarse a estudiar y divulgar esos fenómenos, porque son muy conocidos en Italia.
Son numerosos los congresos católicos sobre el tema donde se presentan personas que testimonian haber oído las voces de los hijos “perdidos” (muertos).
Existe un grupo denominado Movimiento de la Esperanza destinado a los padres que han perdido a sus hijos.
En septiembre de 1992 se realizó el 6° Congreso Internacional del Movimiento de la Esperanza, donde 4 religiosos y sacerdotes, entre ellos el padre Andrea Resch, donde se pronunciaron interesantes conferencias.
Brunne cree que Juan Pablo II conoce de esas investigaciones, pero cree que es mejor para la Iglesia no dar autorización oficial, porque también es verdad que todas las investigaciones pueden ser peligrosas.
François Brunne es teólogo católico francés y autor del libro “Los muertos nos hablan”, donde relata comunicaciones con los llamados muertos a través de grabadores, televisión, radio, computadores y teléfono.
En América, Brasil es el país que sobresale en el estudio de estos temas.
La profesora Sonia Rinaldi, que trabaja por el ingeniero Hernán Guimaraes Andrade en el Instituto Brasileiro de Pesquisas Psicobiofísicas (IBPP) es médium de incorporación y canalización, y conoció la TCI en 1976.
En 1988 comenzó sus primeras experiencias a solicitud de una entidad que se manifestó a través de su propia mediumnidad, con un grupo de 4 personas: su esposo, el ing. Guimaraes Andrade y el profesor Suzuko Hashizume.
En 1992 recibió un mensaje de Swejen Salter, entidad que se comunicó con el matrimonio Harsh-Fishbach en Luxemburgo, informándole que dos espíritus que vivieron en Brasil estaban trabajando para crear una subestación en Brasil.
Fundó el Club de Transcomunicadores y la Asociación nacional de Transcomunicadores (ANT).
El equipo de trabajo empezó por comprender que los fenómenos son muy complejos, pues después de 3 años de experimentación, obtuvo el primer trans-contacto, que ella interpretó como un ajuste de señal a través del espacio-tiempo.
Según sus experiencias han podido establecer que existen, por lo menos, dos formas de contacto:
Los contactos locales:
- Desencarnados próximos a la tierra
- Por voluntad del espíritu
- Carecen de conocimiento técnico
- Actúan sobre la materia Inciden sobre el cabezal del grabador
- Actúan sobre el teléfono
Las percepciones son soplos, suspiros, golpes, frases cortas y simples, con esfuerzo, expresiones rápidas, sin contenido profundo, y carentes de sistema o técnica.
La entidad extrae la energía de la proximidad del propio operador, tal vez la combina con la suya y la transforma por su voluntad.
Guimaraes la llamo una clase de poltergeist.
Los contactos a distancia:
- Desencarnados ubicados a gran distancia de la tierra
- Conjugan la voluntad de encarnado y desencarnado
- Tiene gran conocimiento tecnológico
- Dominan las señales inter-dimensionales, decodificadas en la tierra
- Están localizados en estaciones emisoras
- Inciden en el teléfono, fax, computadores, radiorreceptores y televisión
Las percepciones son lentas, transmisiones auténticas, mensajes importantes y se comunican las mismas entidades en diversos receptores.
La entidad canaliza las energías, forman un puente para lograr la telepatía.
Se destaca que el componente fundamental para la TCI es el denominado campo de contacto, que se va construyendo durante el tiempo en que el observador persevera en el intento con nobles intenciones, mientras el mundo espiritual analiza las posibilidades, el interés y el grado de compromiso del operador.
Este proceso puede llevar años.
Sugiere empezar con EVP en día y hora fija, con disciplina y seriedad, recibiendo contactos locales de las entidades que nos rodean.
No conviene intentarlo en casas infestadas porque los puentes negativos corroen los puentes mentales.
Cuando se experimenta con radios, es conveniente usar varias, porque el objetivo es ofrecer el mayor número de frecuencias posibles para ver cual le interesa.
Esto actúa como una antena que llama la atención.
Puede pasar mucho tiempo sus resultados, sencillamente porque no es percibida por ninguna entidad.
Si lo es, la perseverancia y continuidad es fundamental porque de lo contrario el puente se rompe.
Los progresos han quedado siempre en grupo cerrado porque la TCI es un tema de tanta importancia para la humanidad, que no es para un público lego.
No se puede ir a la TV y hablar de TCI, pues así se matan los puentes.
De la misma forma el pensamiento negativo corroe los puentes.
Todo lo que caiga en la curiosidad y el interés de una ganancia lo hace.
Para interpretar lo que significa que ellos están en un plano extra-físico, es necesario entender de qué lado se está.
Para ellos, nosotros estamos en un plano extra-físico, pues tienen densidad relativa a su estado.
Algunas comunicaciones proceden de lugares fuera de nuestro mundo (Marduck).
Los fenómenos reportados son innumerables.
Para muchos ya han dejado de ser esporádicos.
Sin embargo, para el incrédulo o lego en estos temas, pueden significar lo mismo que los relatos de ciencia-ficción.
Esto es normal que sucede, pues recordemos que todos los avances de la ciencia recibieron el rechazo de las instituciones establecidas y las comunidades que se resisten a los cambios.
Recordamos al ingeniero Gabriel Delanne cuando decía que el Espiritismo sería la ciencia del futuro.
Sin embargo, debemos concluir poniendo de relieve que solo hablamos de la técnica de trans-comunicación, la calidad de las comunicaciones se regirán siempre por la leyes de la mediumnidad, y la ética con que se apliquen determinará el contenido de los mensajes provenientes de espíritus atraídos por la energías acordes a sus estructura.
Si deseamos mensajes valiosos debemos merecerlos.
Por último, afirmamos recordando a los pioneros del Espiritismo, que la ciencia marcará el camino que permita descubrir la realidad universal, y la transmisión del pensamiento entre los seres será en el futuro el lenguaje universal.
Por Hebe Novich; 15 de Junio de 1997
Nota: En la imagen superior; el investigador Friedrich Jürgenson (Odessa, 1903 – Estocolmo, 1987)
Reproducido del documento PDF publicado en Internet titulado «La Transcomunicación Intrumental». Puedes descargar una copia desde aquí: